CAZA EN ASTURIAS, UNA PIEZA DESAPROVECHADA

El Principado es uno de los pocos rincones de España en los que todavía se pueden abatir animales salvajes que viven en completa libertad, pero la actividad cinegética languidece porque cada vez hay menos practicantes y apenas hay relevo generacional, por lo que las cacerías turísticas aparecen como una alternativa a la crisis que atraviesa el sector

sturias es un paraíso cinegético, uno de los pocos rincones de España en los que todavía se pueden abatir animales salvajes que viven en completa libertad, sin cercados, sin grandes fincas cerradas, sin piezas de granja ni animales atrapados entre muros infranqueables. Pero la actividad cinegética languidece: cada vez hay menos practicantes, apenas se incorporan jóvenes y se multiplican las trabas, las limitaciones y las restricciones. De tal manera que la caza es en la actualidad un “recurso desaprovechado”, pues podría reportar “mucho más dinero” a la región, resalta el presidente de la Federación Asturiana de Caza, Valentín Morán. Además, los cazadores se sienten acosados: los tildan de “asesinos”, pero, muy al contrario, ellos se consideran guardianes de ese paraíso y de su biodiversidad, piezas necesarias para mantener el equilibrio medioambiental.

Fomentar el turismo de caza, que genera muchos ingresos y podría generar “muchos más”; flexibilizar la normativa, muy farragosa y compleja, y luchar contra la criminalización de la actividad por parte de “grupos extremistas” son algunas de las propuestas que lanzan los cazadores. Porque en caso contrario en quince años apenas quedarán practicantes en Asturias. En la parte positiva, los cazadores aplauden la decisión del Gobierno del Principado de crear marcas de calidad para propiciar la comercialización de carne de jabalí y venado. Pero haría falta algo más: una sala de despiece en Asturias para que se pueda comercializar el producto. Sin ella las marcas de calidad serán simple “papel mojado” y los restaurantes se verán obligados a seguir ofreciendo carnes procedentes de los grandes latifundios cercados del sur de España.

Fuente: LNE