Los vecinos de la vertiente lenense del parque de las Ubiñas afirman que conviven «a diario» con los osos. Responden así a las declaraciones de los responsables del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), que habían asegurado que no hay población asentada en la zona. «Estas declaraciones perjudican a los ganaderos, que son los que sufren los daños todos los años», han apuntado desde el colectivo vecinal.
Auri Villar es la portavoz de los vecinos en las Ubiñas. Asegura que, desde hace más de un lustro, «los avistamientos, los rastros y los daños son una constante durante la primavera y durante el verano». Tanto es así que, añade, «han dejado de ser noticia para nosotros. Ya sabemos donde los podemos encontrar». Una situación que les alegra pero, a la vez, les ha obligado a cambiar costumbres y adaptarse a la convivencia con una especie que estuvo prácticamente desaparecida.
«Cada vez hay más sensibilización, pero pedimos también a las administraciones y, sobre todo, a esta entidad (el FAPAS) que sean prudentes con las afirmaciones», ha destacado. Villar desconoce «el censo con el que trabaja el FAPAS pero, desde luego, está desactualizado». Los responsables de la entidad habían asegurado que los osos que hay en el parque son machos que están de paso. Únicamente tres hembras con crías, según su versión, están de forma permanente en la comarca. «Esto no es así, ya que los vecinos han avistado en múltiples ocasiones a hembras con esbardos. Si solo hubiera una, no se podría ver con tantísima facilidad», ha matizado.
Poner en duda la población osera en el parque, ha señalado Villar, repercute negativamente en el sector de la ganadería. «Es complicado cobrar los daños en tiempo y forma; más, si hay una entidad poniendo en tela de juicio la presencia de osos y poniendo en entredicho los ataques que sufren las ganaderías del parque de las Ubiñas». También podría impactar negativamente en el sector turístico que ha anunciado ya, en múltiples ocasiones, su intención de organizar rutas y otras actividades relacionadas con el avistamiento de osos en la zona.
La vuelta del oso
La vuelta del oso a la comarca se produjo en el año 2010. Fue entonces cuando un apicultor de la zona de Casomera (Aller) denunció el destrozo de sus colmenas durante el ataque de un animal salvaje. La Patrulla Oso del Principado confirmó lo inesperado: no había duda, se trataba de daños de un oso adulto. Había cogido las colmenas y se había sentado, a escasos metros, a comerse la miel y unos frutos. Los avistamientos aumentaron en Lena, más concretamente en las Ubiñas, durante los siguientes veranos.
Andan ya cerca de la capital. Según vecinos y ganaderos de Morcín, hay una familia de osos en los montes del Aramo. Se ha avistado en múltiples ocasiones y la Fundación Oso Pardo (FOP) llegó a confirmarlo: «Si el oso tuviera buena vista, ya vería Oviedo», afirmaron los responsables de la entidad.