Temporada Pesca del Salmón 2021
Balance salmonero en los ríos asturianos: menos capturas en una temporada con nueva normativa
El Eo, con el doble de salmones, excepción de un curso caracterizado por la prohibición de la ninfa y, según los ribereños, la presencia de depredadores
La temporada de pesca tradicional (con muerte) del salmón echa el cierre hoy tras un curso en el que, en general, las capturas se ha reducido. La principal explicación que dan las sociedades de pescadores a esta bajada es la prohibición del uso de una popular técnica de pesca, conocida como ninfa, desde el 15 de junio al cierre de la campaña. En ese periodo tan solo se han podido capturar salmones a mosca. Otra de las razones que dan estas sociedades es la presencia cada vez más abundante de especies depredadoras como nutrias y cormoranes. Eso sí, el descenso de capturas ha tenido una excepción en el río Eo, la cuenca más occidental de Asturias, donde se ha doblado el número de ejemplares echados a tierra: de 25 a 50.
El balance en la cuenca Narcea-Nalón ha sido bastante peor, puesto que ayer la campaña iba por 300 capturas y en 2020 acabó con 457 salmones. Enrique Berrocal, presidente de la sociedad de pescadores Las Mestas del Narcea, con sede en Pravia, se esperaba esta reducción: “Es lo razonable, lo normal era que este año hubiera muchas menos capturas; yo contaba que iban a ser unos 200 menos por no poder pescar a ninfa”.
En opinión de Berrocal, valorar la cantidad de peces que hay en el río en función de las gráficas de capturas es un error: “Y menos comparando años en los que está permitida la ninfa con los que no”. Con todo, sí que reconoce que ha sido una temporada “mala” para la mayoría de cuencas, aunque considera que la merma tiene su parte positiva, “ya que salen menos salmones del río”, señala.
La situación en el río Eo ha sido diferente y por lo tanto las conclusiones a las que llegan allí también cambian. “El balance es positivo porque en los últimos años salían muy pocos salmones y este año se vieron muchos y se pescaron más, creo que se está empezando a recuperar un poco, aunque aún es pronto para decirlo; estamos esperanzados pero habrá que esperar dos o tres años para comprobarlo”, dice Pepe Pérez, “Barbas”, gancheiro del río que limita con la provincia de Lugo. Cerca, en el río Esva, la temporada salmonera –que sigue hasta el 31 de julio con la modalidad sin muerte– ha sido un fiasco. Igual que en 2020, la cuenca del Occidente deja un saldo de un salmón precintado: “Hay salmones pero no salieron”, asegura Emilio Fernández Corral, presidente de la sociedad de pescadores “La Socala”, con base en el concejo de Valdés. Fernández Corral explica que “hasta hace poco no llovió lo bastante, había poca agua” y por eso los salmones “se quedan en la zona baja”. “Al llover empezaron a subir hacia el pozo Benito porque tiene una profundidad en la que se quedan muy cómodos y si hay un repunte de agua, se marchan hacia arriba”, añade.
Los ánimos en las cuencas del Oriente son aún peores que en las del resto de la región. El número de capturas se ha mermado de forma considerable: el Sella iba ayer por 125 capturas, cuando en 2020 la temporada acabó con 225 salmones echados a tierra; el Cares, por su parte, iba ayer por 49 y en 2020 se concluyó con 155 ejemplares. El ribereño Javier Gutiérrez Cuadriello, de la saga de Los Barqueros, lamentaba la presencia de “cormoranes, nutrias, garzas…”, que, en su opinión, “están acabando con todo, truchas y reos cada año hay menos y este año es alarmante lo poco que hay”.
Otra de las quejas de los ribereños es el estado de los pozos: “Están cada vez peor, nos tendrían que dejar arreglarlos, pues somos muchos y hay poco donde pescar; a todo ello hay que sumar que lo de la normativa de este año, que está muy mal, nos quitaron un mes de poder pescar porque lo de la mosca está muy limitado para un río como el Sella”, añadía Gutiérrez Cuadriello, que, por su parte, sacó tres ejemplares este curso.
Desde la sociedad de pesca El Esmerillón, Eduardo López Álvarez explica que “la temporada ha sido regular, como se preveía, marcada por una veda encubierta a partir del 15 de junio”. Según sus cálculos, en el Sella les quitaron “un mes de pesca y un centenar de capturas”. López Álvarez es muy crítico con la nueva norma: “Se lucieron con la normativa, lo que consiguieron fue amontonar a la gente en el Nalón y el Narcea. Lo de la rectificación final de la pesca a mosca en superficie supera todo lo anterior”, añadía. El cangués José Luis Somoano Sánchez, más conocido como “Paxa”, uno de los mejores pescadores de salmón de Asturias, propone que “coten todo el río”. “Cotos más pequeños y más baratos, por ejemplo, el coto de El Puente Romano, en el Sella, puede dividirse en dos cotos”, señala. Somoano coincide con el análisis negativo: “La temporada ha sido mala, con muy pocos salmones, no entraron los añales (salmones de pequeño tamaño), no vi ninguno”. Por último, en la cuenca más oriental, en el Cares, los ánimos también estaban por los suelos: “Nos despeñamos en capturas y hay poco por el río. Se esperaba un mejor año”, se lamentaba un experto ribereño de la zona