«De éstos se pescan tres como mucho en todo el año». Ese es el apunte que hace el pescadero Samuel Guillén sobre el excepcional ejemplar de rodaballo de 12 kilos –el peso medio de un cordero lechal– pescado esta semana con red de volanta en el Cantábrico y que la empresa Casapesca adquirió previa puja para, a su vez, venderlo a uno de sus clientes hosteleros, el restaurante avilesino El Café de Pandora.
El cocinero del establecimiento de la calle San Bernardo, Alejandro Villa, ha decidido dejar «reposar» el pez dos días para que su carne se ponga en sazón, pero ya tiene pensada la elaboración que le hará. «Lo asaré a la brasa con carbón de marabú y será servido con una salsa ligera de pil-pil con su propia gelatina y mano de buda (un cítrico que el chef cultiva en el propio jardín del restaurante)».
El rodaballo –también llamado clavudo en Asturias– es un tipo de pescado blanco semigraso muy apreciado por su carne exquisita